Concédenos permanecer en tu amor
La Palabra
Hch 10,25-26.34-35.44-48 // Sal 97 // 1Jn 4,7-10
Como
el Padre me amó así yo os he amado: permaneced en mi amor. Si cumplís mis
mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he cumplido los
mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he dicho esto para
que participéis de mi alegría y vuestra alegría sea colmada. Éste es mi
mandamiento: que os améis unos a otros como yo os amé. Nadie tiene amor
más grande que el que da la vida por los amigos. Vosotros sois mis amigos
si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos porque el siervo no
sabe lo que hace el amo. A vosotros os he llamado amigos porque os comuniqué
cuanto escuché a mi Padre. No me elegisteis vosotros; yo os elegí y os
destiné a ir y dar fruto, un fruto que permanezca; así, lo que pidáis al Padre
en mi nombre os lo concederé. Esto es lo que os mando, que os améis unos a
otros.
Jn
15, 9-17
El
Comentario
Permaneced
en mi amor…
Amor,
cuántas veces escuchamos esta palabra? Cuántas sale en nuestras conversaciones?
Cuantas…? Pero realmente vivimos en el amor?, Vivimos enamorados?
Yo
creo que sí, pero no siempre es fácil estar en este estado de enamoramiento. Y
no, no me refiero a estar locamente enamorado de una persona concreta, me
refiero a estar enamorado de la vida, de las cosas que haces, de los que te
rodean, de…
Está
claro que Jesús nos ha amado y nos sigue amando, y nosotros hemos de sentirnos
permanentemente amados por Él, pero no sólo por Él, sino también por todo
cuanto nos rodea y nos acontece.
Cuando
vivimos en este estado de enamoramiento, las cosas son diferentes. Todo nos
parece mejor, más sencillo, más fácil, más agradable y llevadero. Por el
contrario, cuando no somos capaces de ver a nuestro alrededor ese amor, cuando
no lo sentimos ni experimentamos, todo se torna de un cierto tono gris, que nos
impide movernos, progresar, avanzar en nuestra vida y nuestro que hacer
cotidiano.
Por
eso, debemos sentir ese amor y hacerlo sentir a aquellos que nos rodean, sean
los mejores amigos o el mayor de nuestros enemigos.
Mensaje Urbi et Orbi de su Santidad Benedicto XVI
Domingo de Pascua, 2012 (4/4)
Que
el Señor, vencedor del mal y de la muerte, sustente a las comunidades
cristianas del Continente africano, las dé esperanza para afrontar las
dificultades y las haga agentes de paz y artífices del desarrollo de las sociedades
a las que pertenecen.
Que
Jesús resucitado reconforte a las poblaciones del Cuerno de África y favorezca
su reconciliación; que ayude a la Región de los Grandes Lagos, a Sudán y Sudán
del Sur, concediendo a sus respectivos habitantes la fuerza del perdón. Y que a
Malí, que atraviesa un momento político delicado, Cristo glorioso le dé paz y
estabilidad. Que a Nigeria, teatro en los últimos tiempos de sangrientos
atentados terroristas, la alegría pascual le infunda las energías necesarias
para recomenzar a construir una sociedad pacífica y respetuosa de la libertad
religiosa de todos sus ciudadanos.
Feliz
Pascua a todos.