domingo, 30 de diciembre de 2012

Tiempo de Navidad C


Tiempo de Navidad


Día de Navidad (25 diciembre)

Al principio ya existía la Palabra y la Palabra se dirigía a Dios, y la Palabra era Dios. Ésta al principio se dirigía a Dios. Todo existió por medio de ella, y sin ella nada existió de cuanto existe. En ella había vida, y la vida era la luz de los hombres; la luz brilló en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. Hubo un hombre enviado por Dios, llamado Juan, que vino como testigo, para dar testimonio de la luz, de modo que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino un testigo de la luz. La luz verdadera que ilumina a todo hombre estaba viniendo al mundo. En el mundo estaba, el mundo existió por ella, y el mundo no la reconoció. Vino a los suyos, y los suyos no la acogieron. Pero a los que la acogieron, a los que creen en ella, los hizo capaces de ser hijos de Dios: quienes no han nacido de la sangre ni del deseo de la carne, ni del deseo del varón, sino de Dios. La Palabra se hizo hombre y acampó entre nosotros. Y nosotros contemplamos su gloria, gloria como de Hijo único del Padre, lleno de lealtad y fidelidad. Juan grita dando testimonio de él: Éste es aquél del que yo decía: El que viene detrás de mí, es más importante que yo, porque existía antes que yo. De su plenitud hemos recibido todos: una lealtad que responda a su lealtad. Pues la ley se promulgó por medio de Moisés, la lealtad y la fidelidad se realizaron por Jesucristo. Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo único, Dios, que estaba al lado del Padre, lo ha explicado.
(Jn 1,1-18)

La Sagrada Familia: Jesús, María y José (30 de diciembre)

Por las fiestas de Pascua iban sus padres todos los años a Jerusalén. Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según costumbre. Al terminar ésta, mientras ellos se volvían, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Pensando que iba en la caravana, hicieron un día de camino y se pusieron a buscarlo entre los parientes y los conocidos. Al no encontrarlo, regresaron a buscarlo a Jerusalén. Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían estaban atónitos ante su inteligencia y sus respuestas. Al verlo, se quedaron desconcertados, y su madre le dijo: ---Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados. Él replicó: ---¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo estar en la casa de mi Padre? Ellos no entendieron lo que les dijo. Regresó con ellos, fue a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Jesús progresaba en [el] saber, en estatura y en el favor de Dios y de los hombres.
(Lc 2, 41-52)



martes, 25 de diciembre de 2012

Tiempo de Navidad C

Tiempo de Navidad


Día de Navidad (25 diciembre)

Al principio ya existía la Palabra y la Palabra se dirigía a Dios, y la Palabra era Dios. Ésta al principio se dirigía a Dios. Todo existió por medio de ella, y sin ella nada existió de cuanto existe. En ella había vida, y la vida era la luz de los hombres; la luz brilló en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. Hubo un hombre enviado por Dios, llamado Juan, que vino como testigo, para dar testimonio de la luz, de modo que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino un testigo de la luz. La luz verdadera que ilumina a todo hombre estaba viniendo al mundo. En el mundo estaba, el mundo existió por ella, y el mundo no la reconoció. Vino a los suyos, y los suyos no la acogieron. Pero a los que la acogieron, a los que creen en ella, los hizo capaces de ser hijos de Dios: quienes no han nacido de la sangre ni del deseo de la carne, ni del deseo del varón, sino de Dios. La Palabra se hizo hombre y acampó entre nosotros. Y nosotros contemplamos su gloria, gloria como de Hijo único del Padre, lleno de lealtad y fidelidad. Juan grita dando testimonio de él: Éste es aquél del que yo decía: El que viene detrás de mí, es más importante que yo, porque existía antes que yo. De su plenitud hemos recibido todos: una lealtad que responda a su lealtad. Pues la ley se promulgó por medio de Moisés, la lealtad y la fidelidad se realizaron por Jesucristo. Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo único, Dios, que estaba al lado del Padre, lo ha explicado.
(Jn 1,1-18)

domingo, 23 de diciembre de 2012

Domingo IV Adviento C (23/12/2012)

El Espíritu nos lleva a servir

La Palabra

Miq 5,1-4a  //  Sal 79  // Heb 10,5-10

Entonces María se levantó y se dirigió apresuradamente a la serranía, a un pueblo de Judea. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre; Isabel, llena de Espíritu Santo, exclamó con voz fuerte: ---Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Mira, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura dio un salto de gozo en mi vientre. ¡Dichosa tú que creíste! Porque se cumplirá lo que el Señor te anunció.
(Lc 1,39-45)

El Comentario


… se levantó y se dirigió apresuradamente…
Hoy María debe servirnos de ejemplo. Una mujer embarazada, con los problemas que ello supone, es capaz de salir de su casa y de ir a visitar a su prima, que se encuentra en la misma situación, aunque con más edad y en un estado de gestación más avanzado.
Ante la necesidad de su prima, María, no lo duda y sale a ayudarla en esos momentos de dificultad por los que está pasando Isabel.
María, la que no le puso ningún inconveniente al Señor ante su llamada, la misma que luego acompañará a Jesús en el inicio de su vida pública, y que estará con Él al pie de la cruz. Ella es capaz de levantarse y dirigirse apresuradamente, de dejarlo todo e ir a ayudar a quién lo necesita.
¿Y nosotros? Este tiempo de Adviento se nos ha dicho por activa y por pasiva que el Señor viene, que preparemos los caminos, que estemos listos, que allanemos lo elevado y enderecemos lo torcido, que… en definitiva, que preparemos el camino al Señor, que perdonemos, que ofrezcamos la ayuda al que lo necesita, que seamos hermanos de aquellos que tienen necesidad, que nos pongamos al servicio de los que no nos lo piden, que…
¿Seremos capaces de ponernos en marcha? ¿De abrir el corazón, aún sabiendo que nos lo van a destrozar? ¿De ganarlo todo, dándolo todo?
Amar es lo que tiene, que uno apuesta todo lo que es y lo que tiene y puede ganarlo todo o perderlo todo, pero incluso perdiéndolo todo, también se gana todo, porque cuando por amor se da uno, entrega lo que tiene y no le ha quedado nada por hacer es cuando se tiene la seguridad de hacer vivido plenamente.

Razones para confiar


Ni María ni Isabel se lo esperaban. Dios…
¡Dios se había fijado en ellas y había hecho posible lo que parecía imposible! ¿También tú tienes “imposibles” en tu vida, metas que crees inalcanzables?
Dios mira tu vida, se fija en ti, como el buen labrador, y espera de ti el futuro de tanto amor derrochado. Repasa ese amor que has sentido desde que eras pequeño… Y da gracias a Dios por él, porque ha hecho posible en tu vida el amor… Gracias, Señor…

A cada día su afán


domingo, 16 de diciembre de 2012

Domingo III Adviento C (16/12/2012)

El niño traerá la justicia

La Palabra

Sof 3,14-18a  //  Is 12,2-3.4bcd. 5-6  //  Fpl 4,4-7

Entonces le preguntaba la multitud: ---¿Qué debemos hacer? Les respondía: ---El que tenga dos túnicas, dé una al que no tiene; otro tanto el que tenga comida. Fueron también algunos recaudadores a bautizarse y le preguntaban: ---Maestro, ¿qué debemos hacer? Él les contestó: ---No exijáis más de lo que está ordenado. También los soldados le preguntaban: ---Y nosotros, ¿qué debemos hacer? Les contestó: ---No maltratéis ni denunciéis a nadie y contentaos con vuestra paga. Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban por dentro si Juan no sería el Mesías,  Juan se dirigió a todos: ---Yo os bautizo con agua; pero viene uno con más autoridad que yo, y yo no tengo derecho para soltarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Ya empuña el bieldo para aventar su era: reunirá el trigo en el granero, y quemará la paja en un fuego que no se apaga. Con otras muchas palabras anunciaba al pueblo la Buena Noticia.
(Lc 3, 10-18)

El Comentario


… anunciaba al pueblo la Buena Noticia.
Lo más probable es que lo que más nos llama la atención del Evangelio es “¿Qué de debemos hacer?”, ya que lo repite en varias ocasiones.
Está claro, que hoy también nos preguntamos lo mismo. Ante un montón de situaciones en las que nos encontramos cada día, siempre nos planteamos la misma cuestión. Sólo hay un problema, que no queremos la solución. Siempre buscaremos excusas que ponernos para realmente terminar no haciendo nada. Que sí es muy difícil, que si esto no lo puedo hacer solo, que si para eso están los gobernantes, que…
Vale, no te voy a quitar la razón, no es sencillo. Pero quizás deberíamos buscar cosas sencillas, cosas que podamos hacer nosotros, no para cambiar el mundo, sino para cambiar nuestro mundo, el mundo que nos rodea.
Anunciar la Buena Noticia. Esa debe ser nuestra principal tarea. No, no estoy pidiendo que salgas a la calle y anuncies a viva voz el Evangelio, ya que quizás te parezca algo inalcanzable. Lo mejor es empezar con pequeños gestos como ser alguien que siempre está atento a las necesidades de los compañeros, no poner malas caras, ser discreto, o tal vez animar a alguien que lo necesite. O quizás simplemente un abrazo sincero.
Tal vez no te hayas parado a pensarlo, pero en ocasiones, simplemente estando, se hace mucho más que con buenos gestos y palabras, que al final no son nada.
El testimonio de la presencia de Dios en nosotros es el mejor anuncio que podemos hacer.
Y tú, ¿Quieres un abrazo?

Razones para confiar

Construye… porque tienes en tus manos la capacidad de dar voz a los que no tienen voz, de poner palabra a los que han sido despojados de ella. Todos tienen derecho… ¡¡¡TODOS!!! De poder gritar jubilosos.
¿Qué haces? ¿Qué hacemos? ¿Qué aspectos concretos te planteas para lograrlo? Empieza por algo fácil, por tu día a día: el saludo, la sonrisa, el tener los ojos bien abiertos a las necesidades de los demás. Es el modo más sencillo de construir y dar al mundo #razonesparaconfiar. ¿Por qué no piensas en algunas?


A cada día su afán

Por un mundo solidario ( Diario de León - 15/12/2012 ) José-Román Flecha Andrés

domingo, 9 de diciembre de 2012

Domingo II Adviento C (09/12/2012)

Pequeños gestos de amor hacen camino

La Palabra


Bar 5,1-9  //  Sal 125,1-2abn.2cd-3.4-5.6  //  Filp. 1,4-6.8-11
El año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, tetrarca de Galilea Herodes, su hermano Felipe tetrarca de Iturea y Traconítida, y Lisanio tetrarca de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, la Palabra del Señor se dirigió a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Juan recorrió toda [la] cuenca del Jordán predicando un bautismo de arrepentimiento para perdón de los pecados, como está escrito en el libro del profeta Isaías: Una voz grita en el desierto: Preparad el camino al Señor, allanad sus senderos. Todo barranco se rellenará, montes y colinas se abajarán, lo torcido se enderezará y lo escabroso se igualará y verá todo mortal la salvación de Dios.
(Lc 3,1-6)

El Comentario


Preparad el camino…
Un año tras otro las lecturas nos muestran a Juan el Bautista. Es la voz que clama en el desierto para preparar el camino al Señor.
Juan nos llama a la conversión, al cambio. Nos pide que cambiemos nuestra forma de ver y de hacer las cosas. Nos pide una verdadera transformación que nos regenere.
El Señor va a venir a nuestra vida, se hará presente para traernos el mejor de los regalos, su Amor.
Jesús, que es Dios, se hace hombre en nuestra historia y nos muestra cual ha de ser el camino. Vendrá a ponerse de ejemplo para todos. Él será el modelo en el que debemos reflejarnos. Cuando no sepamos cómo hacer algo, Él nos lo dirá, aunque no siempre con palabras, sino también con gestos, gestos de cariño, comprensión, de apertura a los demás, de perdón, de  búsqueda de la verdad, de entrega, de generosidad con aquellos que se encuentran más desfavorecidos, de…
Y aquí está Juan, pidiéndonos una vez más que le preparemos el camino, que no pongamos dificultades, que allanemos el terreno, que enderecemos aquello que no hay por donde cogerlo, que el Señor está cerca, que aquél ante el que nos vamos a medir y que será nuestra medida está apunto de llegar.
Todos los días tenemos la oportunidad de poner nuestro granito en la preparación del camino. Aunque en ocasiones, más que poner, lo que debemos es de quitar aquello que nos impide acercarnos a los demás, entregarnos, comprender sus dificultades, ayudarle a caminar, y no ponérselo más difícil.
Juan sintió la llamada a preparar el camino, y nosotros… qué camino vamos a preparar?

Razones para confiar

Sí, RASTREA. Porque para descubrir #razonesparaconfiar es necesario volver sobre el camino, pararse y contemplar las llanuras por las que has caminado, los montes subidos, los bajones… ¿te atreves?.
Sólo así verás que Dios ha allanado tu camino más de lo que pensabas en muchísimas ocasiones.
Pero también te pide que seas tú de los que allanan el camino a otros. No de los comodones o de los que esperan que otros actúen…tú puedes hacer que los demás puedan sentir el amor en su vida, el amor de Dios. Como Pablo a los Filipenses, hay muchos otros que están pidiendo por ti, para que tu amor “sigua creciendo más y más”. Pide tú ahora… Señor… te pido que…

A cada día su afán

Creer es comprometerse ( Diario de León - 08/12/2012 ) José-Román Flecha Andrés

domingo, 2 de diciembre de 2012

Domingo I Adviento C (02/12/2012)

Año de la Fe

La Palabra

Jer 33, 14-16  //  Sal 24,4bc-5ab.8-9.10 y 14  //  1 Tes 3,12-4,2

Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. En la tierra se angustiarán los pueblos, desconcertados por el estruendo del mar y del oleaje. Los hombres desfallecerán de miedo, aguardando lo que se le echa encima al mundo; pues las potencias celestes se tambalearán. Entonces verán al Hijo del Hombre que llega en una nube con gran poder y gloria. Cuando comience a suceder todo eso, erguíos y levantad la cabeza, porque se acerca vuestra liberación.
Poned atención, que no se os embote la mente con el vicio, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, de modo que aquel día no os sorprenda de repente, pues caerá como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Velad en todo momento, pidiendo poder escapar de cuanto va a suceder y presentaros ante el Hijo del Hombre.
Lc 21,25-28.34-36

El Comentario


Poned atención…
Hoy comenzamos un nuevo año. Sí, la Iglesia Universal comienza hoy el año. Parece un poco extraño, pero ahora empieza con un periodo un poco diferente a lo normal, el Adviento, que es tiempo de preparación. La Iglesia, al igual que nosotros durante estas cuatro semanas se va preparando para la llegada del Señor.
Todos los años celebramos y conmemoramos que el Señor, Jesús, llega a este mundo.  Y no, no ha llegado el momento de la segunda venida. Sin embargo es importante que recordemos, una y otra vez, que Él vino al mundo. Se hizo hombre como todos nosotros. Fue pequeño, trabajó con su padre en el taller, fue al colegio a aprender… si, tubo que estudiar, aprender y trabajar como nosotros. Sabe lo que es el sufrimiento y la dificultad que una y otra vez nos ofrece la vida. Y pese a todo, quiso ser uno de nosotros.
Él ha vivido en el mundo, y por tanto ha visto las dificultades, las esclavitudes, las penurias y sufrimientos por los que todos pasamos, y dedicó su vida a predicar, principalmente con su ejemplo, como debíamos vivir. Cuál es el reino que Dios quiere para nosotros.
Ha venido a liberarnos de todo. Está claro que no ha venido con ejércitos, ni ha sido el mayor capitalista o empresario de este mundo. Sin embargo su mensaje se dirige a todos, pobres y ricos.
Jesús quiere gente alegre en su reino. Nada de caras tristes y compungidas. Está claro que nada es sencillo. Deshacernos de todo aquello que supone para nosotros un lastre, una carga es complicado, pero para eso está Él, para ayudarnos en el camino. Para ser nuestro guía y nuestro aliento en la dificultad.
Comienza el camino, libérate!!!

Razones para Confiar

¿Cuáles son tus #razonesparaconfiar?
“se acerca vuestra liberación”… ahí es nada… y nosotros, sin embargo, empeñados en fijarnos siempre en lo negro que se presenta el futuro. ¿Tú también descubres “esclavitudes”, “futuros inciertos”? ¿Cuáles?
Pero Dios quiere liberar tu vida, darle futuro, CONFIAR EN TI… Porque ese es el mensaje para esta semana: HAY FUTURO, aunque en ocasioes nos empeñemos en lo contrario e incluso hacia el otro lado…
Hay futuro… recuérdalo en tu mente todos los días. ¿Qué “futuros” descubres? ¿Son de verdad #razonesparaconfiar y para confiar en Dios?

A cada día su afán

Revisando la fe ( Diario de León - 01/12/2012 ) José-Román Flecha Andrés