Is 22,19-23 // Sal 137 // Rom 11,33-36
Cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Felipe, preguntó a los discípulos: ---¿Quién dice la gente que es este Hombre? Ellos contestaron: ---Unos que Juan el Bautista; otros que Elías; otros que Jeremías o algún otro profeta. Él les dijo: ---Y vosotros, ¿quién decís que soy? Simón Pedro respondió: ---Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le dijo: ---¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo ha revelado nadie de carne y sangre, sino mi Padre del cielo! Pues yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta Piedra construiré mi Iglesia, y el imperio de la muerte no la vencerá. A ti te daré las llaves del reino de Dios: lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo; lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo. Entonces les ordenó que no dijeran a nadie que él era el Mesías.
(Mt 16, 13-20)