domingo, 13 de febrero de 2011

Domingo VI Ordinario A (13/02/11)


La Palabra
Eclo 15,16-21 // Sal 118 // 1Cor 2, 6-10
No penséis que he venido a abolir la ley o los profetas. No vine para abolir, sino para cumplir. Os aseguro que mientras duren el cielo y la tierra, ni una letra, ni una coma de la ley dejará de realizarse. Por tanto, quien quebrante el más mínimo de estos preceptos y enseñe a otros a hacerlo será considerado el más pequeño en el reino de Dios. Pero quien lo cumpla y lo enseñe será considerado grande en el reino de Dios. Porque os digo que si vuestra justicia no supera a la de los letrados y fariseos, no entraréis en el reino de Dios. Habéis oído que se dijo a los antiguos: No matarás; el homicida responderá ante el tribunal. Pues yo os digo que todo el que se deje llevar por la cólera contra su hermano responderá ante el tribunal. Quien llame a su hermano inútil responderá ante el Consejo. Quien lo llame loco incurrirá en la pena del horno de fuego. Si mientras llevas tu ofrenda al altar te acuerdas de que tu hermano tiene queja de ti, deja la ofrenda delante del altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano y después vuelve a llevar tu ofrenda. Con quien tienes pleito busca rápidamente un acuerdo, mientras vas de camino con él. Si no, te entregará al juez, el juez al alguacil y te meterán en la cárcel. Te aseguro que no saldrás hasta haber pagado el último céntimo.Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo que quien mira a una mujer deseándola ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo lejos de ti. Más te vale perder una parte de tu cuerpo que ser arrojado entero al infierno. Y si tu mano derecha te lleva a pecar, córtatela y tírala lejos de ti. Más te vale perder una parte de tu cuerpo que terminar entero en el horno. Se dijo: Quien repudie a su mujer que le dé acta de divorcio. Pues yo os digo que quien repudia a su mujer --salvo en caso de concubinato-- la induce a adulterio, y quien se case con una divorciada comete adulterio. También habéis oído que se dijo a los antiguos: No perjurarás y cumplirás tus juramentos al Señor. Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la capital del Soberano; ni jures tampoco por tu cabeza, pues no puedes volver en blanco o negro uno solo de tus cabellos. Que vuestra palabra sea sí, sí; no, no. Lo que pase de ahí procede del Maligno.
(Mt 5, 17-37)

Campaña de Manos Unidas
Este año Manos Unidas dedica la Campaña a tomar conciencia de uno de los problemas más graves que asolan nuestro mundo: la mortalidad infantil. Las Naciones Unidas incluyeron entre los objetivos del milenio, en cuarto lugar, este objetivo, formulado así: “Reducir en tres cuartas partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad infantil de niños menores de cinco año.”
En el año 1948, las Naciones Unidas promulgaron los Derechos Humanos, fruto de los cuales surgió la declaración de los Derechos del Niño, en el año 1959, para velar en especial por la parte de la humanidad más desprotegida. En esos derechos del niño se declara solemnemente esto, entre otras cosas:
2.- El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad.
4.- […] Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.
Cuando miramos a nuestro país, y a los países desarrollados en general, podemos decir con alegría y orgullo que los derechos del niño se están cumpliendo sobradamente. Tan sobradamente que a veces hemos pasado de proteger al niño a darle todos los caprichos, porque le hemos convertido en el rey (a veces dictador) de la casa, lo cual se puede convertir en otra forma de agresión, menos grave a primera vista, pero más perniciosa a largo plazo: la de educarle mal.
Sin embargo, cuando miramos a los países del Sur, nos damos cuenta de que estos derechos parecen no haber sido promulgados para ellos. Las cifras cantan, desde ese lejano 1959.
Oración

Señor, te doy gracias por mi feliz primera infancia,
por mis padres, que me rodearon de amor,
por mis hermanos, que me acompañaron al crecer,
por los amigos, que me regalaron su amistad,
por los médicos, que cuidaron mi salud,
por los maestros, que me enseñaron las primeras letras,
por los cumpleaños felices, que pude celebrar,
por los regalos y juguetes, que alegraron mis primeros años,
porque nunca me falto nada para crecer,
y puedo soñar el mañana con esperanza,
desde mi felicidad de hoy.
Pero hoy he descubierto con dolor de corazón, que millones de niños no logran crecer, que mueren, sin sentido, al poco tiempo de nacer, porque les falta lo necesario para sobrevivir.
Son niños con rostro y nombre, como yo, son niños que ríen y lloran, como yo, son niños que tienen derecho a ser felices, como yo, son niños con padres que les quieren, como a mí, son niños que desearían soñar un futuro, como yo, pero no llegarán a cumplir los 5 años.
Señor, que mi corazón muera de pena, con cada niño que fallece prematuramente, entre mis hermanos del Sur, a causa de una miseria que se puede evitar.
Te pido Señor, que mi corazón reviva, lleno de gozo, con cada niño que logremos robar a la muerte, ayudando a realizar los proyectos de Manos Unidas, y desborde de vida, con la vida de cada niño salvado.