Revestíos de la fuerza de lo alto
La Palabra
Hch 1, 1-11 // Sal
46 //
Ef 1, 17-23
Y añadió: ---Así está escrito: que el Mesías tenía
que padecer y resucitar de la muerte al tercer día; que en su nombre se
predicaría penitencia y perdón de pecados a todas las naciones, empezando por
Jerusalén. Vosotros sois testigos de ello. Yo os envío lo que el Padre
prometió. Por eso quedaos en la ciudad hasta que desde el cielo os revistan de
fuerza. Después los condujo [fuera,] hacia Betania y, alzando las manos, los
bendijo. Y, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo.
Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén muy contentos. Y pasaban
el tiempo en el templo bendiciendo a Dios.
Lc 24, 46-53
A cada día su afán (Por José-Román Flecha Andrés)
Un testamento de paz ( Diario de León - 11/05/2013 )