domingo, 16 de septiembre de 2012

Domingo XXIV Ordinario B (16/09/2012)

Coge tu cruz y sígueme, no la llevarás solo

La Palabra

Is 50, 5-10  //  Sal 114  //  St 2,14-18

Jesús emprendió el viaje con sus discípulos hacia las aldeas de Cesarea de Felipe. Por el camino preguntó a los discípulos: ---¿Quién dice la gente que soy yo? Le respondieron: ---Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que uno de los profetas.  Él les preguntó: ---Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondió Pedro: ---Tú eres el Mesías. Entonces les ordenó que a nadie hablaran de esto. Y empezó a explicarles que aquel Hombre tenía que padecer mucho, ser rechazado por los senadores, los sumos sacerdotes y los letrados, sufrir la muerte y después de tres días resucitar. Les hablaba con franqueza. Pero Pedro se lo llevó aparte y se puso a reprenderlo.  Mas él se volvió y, viendo a los discípulos, reprendió a Pedro: ---¡Aléjate de mi vista, Satanás! Tus pensamientos son los de los hombres, no los de Dios. Y llamando a la gente con los discípulos, les dijo: ---Quien quiera seguirme, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz y me siga. Quien se empeñe en salvar su vida, la perderá; quien la pierda por mí y por la Buena Noticia, la salvará.
(Mc 8,27-35)


Cada día su afán José-Román Flecha Andrés La sorpresa de un anuncio ( Diario de León - 15/09/2012 )