Ez 33,7-9 // Sal 94 // Rom 13,8-10
Si tu hermano te ofende, ve y amonéstalo, tú y él a solas. Si te escucha has ganado a tu hermano. Si no te hace caso, hazte acompañar de uno o dos, para que el asunto se resuelva por dos o tres testigos. Si no les hace caso, informa a la comunidad. Y si no hace caso a la comunidad considéralo un pagano o un recaudador. Os aseguro que lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os digo también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir cualquier cosa, mi Padre del cielo se la concederá. Pues donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo, en medio de ellos.
(Mt 18, 15-20)