domingo, 29 de mayo de 2011

Domingo VI Pascua A (29/05/11)

“Yo estoy con vosotros”.
La Palabra
Hech 8,5-8.14-17 // Sal 65 // 1Pe 3,15-18

Si me amáis, guardad mis mandamientos; y yo pediré al Padre que os envíe otro Valedor que esté siempre con vosotros: el Espíritu de la verdad, que el mundo no puede recibir, puesto que no lo ve ni lo conoce. Vosotros lo conocéis, pues permanece con vosotros y está en vosotros. No os dejo huérfanos, volveré a visitaros. Dentro de poco el mundo ya no me verá; vosotros, en cambio, me veréis, porque yo vivo y vosotros viviréis. Aquel día comprenderéis que yo estoy en el Padre y vosotros en mí y yo en vosotros. Quien conserva y guarda mis mandamientos, ése sí que me ama. A quien me ama lo amará mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.
(Jn 14, 15-21)
La Reflexión

“A quien me ama yo lo amaré.”
Vaya, esta vez no podemos decir que no es sencillo, solo nos dice que hay que amarlo y ya seremos amados, fácil, no?
Nosotros sabemos y nos sentimos amados por Jesús, sabemos que Él está con nosotros cada día, que nos acompaña y que aunque no notemos su presencia no se cansa de acompañarnos.
¿Pero nosotros lo amamos a Él? Esto ya resulta más complicado, porque ¿cómo lo amamos nosotros? De palabra, o de cualquier manera, o… y crees que esto es suficiente, que es lo que Él nos pide, que es lo que nos demanda para ser amados,…
¿Cómo debemos amarlo nosotros? A poco que busquemos encontraremos la respuesta, amando. A quién?, a aquél que tenemos a nuestro alrededor y que nos demanda ese amor, esa comprensión, ese tiempo, esa pausa, ese interés por él, el ánimo y apoyo en sus proyectos…
Si todo esto hiciéramos, no sería todo más fácil y sencillo, no seríamos más felices, no…
Jesús quiere algo sencillo, y a la vez tan complicado, que nos amemos los unos a los otros, de esta forma Él nos amará también a nosotros hasta el último día.

¿Qué Celebramos?

LA ROSA
Cortar en esta jornada una rosa a Santa María es querer para la Virgen, que es la Reina y Madre, aquella flor que es considerada como la reina de las flores.
No hay rosa sin espina…ni vida sin dificultades. Llevar entre las manos una rosa ante la figura de Santa María es ser conscientes de que no hay contradicción ni escollo alguno que no se puedan resolver con un poco de esfuerzo por nuestra parte y con un poco más de confianza en Dios.
La rosa tiene como virtud que crece, se desarrolla y florece en las situaciones ambientales más adversas con la única condición de que luzca un poco el sol.
Pidamos a Santa María que, como cristianos, vayamos creciendo como amigos de Jesús en este momento histórico traspasado y convulsionado por tantos contrastes ideológicos, sociales, políticos y religiosos que nos preocupan.
Pidamos a María: SER FUERTES CONFIANDOLE A DIOS NUESTRAS CRUCES
María

Si se levantan los vientos de las tentaciones, si tropiezas con los escollos de la tentación, mira a la estrella, llama a María.
Si te agitan las olas de la soberbia, de la ambición o de la envidia, mira a la estrella, llama a María.
Si la ira, la avaricia o la impureza impelen violentamente la nave de tu alma, mira a María.
Si turbado con la memoria de tus pecados, confuso ante la fealdad de tu conciencia, temeroso ante la idea del juicio, comienzas a hundirte en la sima sin fondo de la tristeza o en el abismo de la desesperación, piensa en María.
En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María. No se aparte María de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para conseguir su ayuda intercesora no te apartes tú de los ejemplos de su virtud. No te descaminarás si la sigues, no desesperarás si la ruegas, no te perderás si en ella piensas.
Si ella te tiene de su mano, no caerás; si te protege, nada tendrás que temer; no te fatigarás sí es tu guía; llegarás felizmente al puerto si Ella te ampara
(San Bernardo Hom. sobre la Virgen Madre, 2)

domingo, 22 de mayo de 2011

Domingo V Pascua A (22/05/11)

Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida.
La Palabra
Hech 6,1-7 // Sal 32 // 1Pe 2,4-9

N o os turbéis. Creed en Dios y creed en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no, os lo habría dicho, pues voy a prepararos un puesto. Cuando vaya y os lo tenga preparado, volveré para llevaros conmigo, para que estéis donde yo estoy. Ya sabéis el camino para ir adonde [yo] voy. Le dice Tomás: ---Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos conocer el camino? Le dice Jesús: ---Yo soy el camino, la verdad y la vida: nadie va al Padre si no es por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también al Padre. Ahora lo conocéis y lo habéis visto. Le dice Felipe: ---Señor, enséñanos al Padre y nos basta. Le responde Jesús: ---Tanto tiempo llevo con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre: ¿cómo pides que te enseñe al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Las palabras que yo os digo no las digo por mi cuenta; el Padre que está en mí realiza sus propias obras. Creedme que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; si no, creed por las mismas obras. Os lo aseguro: quien cree en mí hará las obras que yo hago, e incluso otras mayores, porque yo voy al Padre .
(Jn 14, 1-12)
La Reflexión

“...quien cree en mí hará las obras que yo hago, e incluso otras mayores”
Está claro cuál es el camino que nos marca Jesús, el primer paso es creer en Él, este paso es fundamental. No, no nos es suficiente decir, Señor yo creo, pero con la boca pequeña. Hace falta creer, fiarse, confiar en Él.
Jesús nos ha marcado el camino a seguir, Él. Se ha puesto delante como buen pastor y nos ha enseñado como hacerlo, con la verdad. Aunque esto le ha llevado a perder esta vida, pero a cambio nos ofrece la Vida.
Está claro cuál es su propuesta, el problema es fiarnos de ella, asumir que es posible seguir su camino, seguir sus enseñanzas y confiar en que con esto, todo es realizable, incluso aquello que nos parece imposible, casi, casi un milagro. Pues hasta esto.
Luchar por hacer presente el Reino aquí y ahora, ese es el reto, hacer que todos vivamos en el, que cada día seamos un poco mejores los unos con los otros.
Está claro que esto resulta más sencillo si en el camino hay alguien que nos acompañe, porque solo solemos perdernos y encontrar dificultades. Tener a alguien a nuestro lado que nos ame y nos tienda la mano ante las dificultades, que tenga siempre en la boca esas palabras de aliento, que siempre esté dispuesto a escucharnos y comprender nuestros problemas, que… si eso hace más sencillo nuestro camino. Y no cabe duda que Jesús está siempre ejerciendo ese papel, aunque en muchas ocasiones no seamos capaces de verlo o entenderlo así.
Nuestra tarea es complicada, hacer de mediadores de Jesús para los demás. No, no es necesario para todo el mundo, sino para aquellos que nos rodean, aunque esto no es fácil ni sencillo y en muchas ocasiones tendremos dificultades para asumir este papel. Pero recuerda que Jesús también está contigo para hacer cada día esas obras, incluso mayores.
¿Qué Celebramos?

LA MARGARITA
Ante las grandes propuestas vienen y se exigen siempre delicadas y pensadas respuestas: ¡SI! o ¡NO!. ¿Qué me dices?.......
A la flor margarita se le conoce como oráculo de los enamorados. A Santa María le sobraron todos pétalos menos uno. Solamente quiso deshojar aquel con el que, en la gruta de Nazaret, dijo “SI” desde el principio y para siempre.
Un día más, Dios, nos entrega una margarita para que plantándola a los pies de la buena Madre reflexionemos si de verdad nuestra Fe es un “sí” sin condiciones o si es un “sí” con muchas reservas (un “no” disfrazado). Que ofrezcamos a Santa María nuestro firme convencimiento de que un “SI” a Dios a pesar de los muchos riesgos mueve ríos de felicidad, de paz y de realización personal.
Pidamos por María: NO SER VELETAS EN NUESTRAS DECISIONES
Cada detalle de esfuerzo es fundamental…

Juan trabajaba en una empresa hace dos años. Siempre fue muy serio, dedicado y cumplidor de sus obligaciones. Llegaba puntual y estaba orgulloso de que en 2 años nunca había recibido una amonestación. Cierto día buscó al Gerente para hacerle una reclamación:
- Señor, trabajo en la empresa hace dos años con bastante esmero y estoy a gusto con mi puesto, pero siento que he sido postergado. Mire; Fernando ingresó e un puesto igual al mío hace sólo 6 meses y ya ha sido promovido a Supervisor.
- ¡Uhmm! -mostrando preocupación- le dice el Gerente. Mientras resolvemos esto, quisiera pedirte que me ayudes a resolver un problema. Quiero dar fruta al personal para la sobremesa del almuerzo de hoy. En la bodega de la esquina venden fruta. Por favor, averigua si tienen naranjas.
Juan se esmeró en cumplir con el encargo y en 5 minutos estaba de vuelta.
- Bueno Juan, ¿qué averiguaste?
- Señor, tienen naranjas para la venta.
- ¿Y cuánto cuestan?
- ¡Ah! No pregunté por eso.
- Ok, ¿pero viste si tenían suficientes naranjas para todo el personal?
- Tampoco pregunté por eso, señor.
- ¿Hay alguna fruta que pueda sustituir la naranja?
- No sé señor, pero creo...
- Bueno, siéntate un momento.
El Gerente tomó el teléfono y mandó llamar a Fernando. Cuando se presentó, le dio las mismas instrucciones que le diera a Juan y en 10 minutos estaba de vuelta. Cuando retornó el Gerente le preguntó a Fernando:
- Bien Fernando, ¿qué noticias me tienes?
- Señor, tienen naranjas, las suficientes para atender a todo el personal, y si prefiere también tienen plátanos, papayas, melones y mangos. La naranja está a 1,5 euros el kilo. He dejado separada la naranja, pero si usted escoge otra fruta debo regresar para confirmar el pedido.
- Muchas gracias Fernando, pero espera un momento.
- Se dirige a Juan, que aún seguía esperando estupefacto y le dice:
- Juan, ¿qué me decías?
- Nada señor, eso es todo, muchísimas gracias, con su permiso.

domingo, 15 de mayo de 2011

Domingo IV Pascua A (15/05/11)

Yo soy la puerta y el pastor.
La Palabra
Hech 2,14a.36-41 // Sal 22 // 1Pe 2,20b-25
O s lo aseguro: ---El que no entra por la puerta en el redil, sino saltando por otra parte, es ladrón y asaltante. El que entra por la puerta es el pastor del rebaño. El portero le abre, las ovejas oyen su voz, él llama a las suyas por su nombre y las saca. Cuando ha sacado a todas las suyas, camina delante de ellas y ellas detrás de él, porque reconocen su voz. A un extraño no le siguen, sino que escapan de él, porque no reconocen la voz de los extraños. Ésta es la parábola que Jesús les propuso, pero ellos no entendieron a qué se refería. Entonces, les habló otra vez: ---Os aseguro que Yo soy la puerta del rebaño. Todos los que vinieron [antes de mí] eran ladrones y asaltantes; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entra por mí se salvará; podrá entrar y salir y encontrar pastos. El ladrón no viene más que a robar, matar y destrozar. Yo vine para que tengan vida, y la tengan en abundancia.
(Jn 10, 1-10)
La Reflexión
Hoy Jesús se nos presenta como el Buen Pastor, es una imagen que tenemos de Él muy arraigada entre nosotros.
Jesús es el pastor que se preocupa por sus ovejas, por todas y cada una de ellas. Las conoce y reconoce a todas y cada una de ellas, sabe quiénes son, cuáles son sus problemas, preocupaciones, lo que les gusta, lo que les conviene. Sabe todo de cada una de ellas y por tanto, actúa siempre guiado por el bien que pueda hacerles.
Pero también les da libertad para seguirle, ya que como buen pastor, se sitúa delante de ellas, camina el primero y son ellas, las que libremente le siguen. Aunque es fácil seguirle, ya que le conocen y saben cómo actúa, son conscientes de que nunca les ha faltado nada a su lado.
Quizás alguna vez no lo han pasado bien, o no han tenido agua en el momento en que más apretaba el sol, pero al final, siempre han llegado a su redil, y han tenido el alimento necesario.
Jesús, además nos hace ver que hay otros, que prometen y se ofrecen en esos momentos, pero sus ovejas, saben que esos otros no son bueno, ofrecen mucho, pero dan poco, prefieren a su Pastor.
A la vista de esto, ¿podemos nosotros decir que hemos encontrado en Jesús a esa persona a la que seguir, imitar, confiar? ¿Tenemos nosotros a alguien especial al que podamos acudir en los momentos malos, pero también con quien compartir los buenos? O por el contrario, ¿andamos cambiando porque no hemos sido capaces de encontrarlo?
¿Qué Celebramos?
Cuando se quiere a un amigo todo nos parece poco para agasajarle. María, en la tradición de la Iglesia, ha tenido y lo tiene todavía un lugar privilegiado en el corazón de los creyentes.
¡Cómo no vamos a querer para Ella lo mejor!
La flor “pensamiento” simboliza la riqueza en la escasez. Mientras la mayoría de las plantas aguardan el retorno de la primavera el pensamiento no deja de florecer a manos llenas en medio de la frondosidad y el verdor de sus hojas.
Arrojar un “pensamiento” a las plantas de Santa María es lanzarle nuestro propósito de ser diferentes a los demás. Es solicitarte que nos ayude a florecer con lo mejor de nosotros mismos aunque otros nos digan que somos demasiado buenos o tontos. Tampoco, muchos de sus contemporáneos, entendieron la buena disponibilidad de Santa María. Al final…Dios le hizo ver el fruto de su “SI” contracorriente.
Pidamos por María: VALORAR LA RIQUEZA DEL CORAZON

domingo, 8 de mayo de 2011

Domingo III Pascua A (08/05/11)


Reconocer al resucitado al partir el pan.
 La Palabra
 Hech 2,14.22-33 // Sal 15 // 1Pe 1,17-21
Aquel mismo día, dos de ellos iban a una aldea llamada Emaús, distante a unas dos leguas de Jerusalén. Iban comentando todo lo sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona los alcanzó y se puso a caminar con ellos. Pero ellos tenían los ojos incapacitados para reconocerlo. Él les preguntó: ---¿De qué vais conversando por el camino? Ellos se detuvieron con semblante afligido, y uno de ellos, llamado Cleofás, le dijo: ---¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que desconoce lo que ha sucedido allí estos días? Jesús preguntó: ---¿Qué cosa? Le contestaron: ---Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y ante todo el pueblo. Los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. ¡Nosotros esperábamos que él fuera el liberador de Israel!, pero ya hace tres días que sucedió todo esto. Es verdad que unas mujeres de nuestro grupo nos han alarmado; ellas fueron de madrugada al sepulcro, y al no encontrar el cadáver, volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles asegurándoles que él está vivo. También algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como habían contado las mujeres; pero a él no lo vieron. Jesús les dijo: ---¡Qué necios y torpes para creer cuanto dijeron los profetas! ¿No tenía que padecer eso el Mesías para entrar en su gloria? Y comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que en toda la Escritura se refería a él. Se acercaban a la aldea adonde se dirigían, y él fingió seguir adelante. Pero ellos le insistieron: ---Quédate con nosotros, que se hace tarde y el día va de caída. Entró para quedarse con ellos; y, mientras estaba con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista. Se dijeron uno al otro: ---¿No se abrasaba nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba la Escritura? Al punto se levantaron, volvieron a Jerusalén y encontraron a los Once con los demás compañeros, que decían: ---Realmente ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón. Ellos por su parte contaron lo que les había sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
(Lc 24, 13-35)
 La Reflexión
¿Cuántas veces nos hemos sentado con una persona a  comer y no hemos reconocido en él más que a un compañero de mesa?
Hemos estado atentos a sus palabras, a sus gestos, a lo que él estaba contándonos. Hemos sido capaces de ser felices a su lado, de disfrutar del momento. Hemos descubierto cuáles eran sus alegrías y sus problemas, aquellos que compartidos en una mesa se hacen más llevaderos. En definitiva, hemos descubierto al amigo.
Jesús es el amigo que se sienta cada día en nuestra mesa y comparte con nosotros su pan, y con ello, nuestras alegrías y nuestras penas, nuestras preocupaciones y emociones, nuestros sufrimientos y alivios, nuestros…
Jesús es capaz de sentarse a nuestra mesa, pero somos nosotros capaces de reconocerlo en ella. Sus seguidores lo reconocieron al partir el pan, pero no antes, primero estaban ciegos, o no querían verlo, aunque había algo en ellos que les hacía sospechar que allí se escondía algo que no podían explicar, pero que les llenaba de alegría, paz, corría el Amor en sus palabras, en sus gestos, en su mirada, aunque no lo entendiesen eran capaces de sentirlo.
Y de repente, un gesto, un simple gesto, les hace abrir los ojos, y ver más allá de su mundo, de su realidad, sentirse especiales en esa compañía, saberse muy afortunados al contar con ella.
Pero ya era demasiado tarde, Jesús se había ido.
¿Y tú? Has reconocido a Jesús en tu vida, si es así y eres capaz de compartirla con él, felicidades!!! Si no ha sido así, quizás es que no has sabido ver, a que esperas, abre los ojos y verás!!!
 ¿Qué Celebramos?
En un mundo donde se truncan amistades y deseos, amores y proyectos es bueno ofrecer a Santa María la flor de “la camelia”. Simboliza la amistad que nunca nadie podrá romper.
¡Bienaventurada me dirán todas las generaciones!
Así es, Virgen y Madre, en este mes de mayo –una vez más- nos postramos ante Ti y te felicitamos por ser la Madre de Jesús. Por haber ocupado parte de nuestro corazón. Porque, aunque pasa el tiempo, sigue vivo y agradecido nuestro afecto y cariño hacia Ti.
Hoy sigues brillando con el mismo resplandor que destella esta camelia que hemos cuidado y regado como el mejor testimonio de que nuestro amor hacia Ti, lejos de disminuir, va creciendo de día en día.
Petición: SER FIELES CON EL AMOR QUE DIOS NOS TIENE
Infierno y Cielo
 Según cuenta un antiguo relato japonés, un belicoso Samurai desafió en una ocasión a un maestro Zen a que le explicara el concepto de cielo e infierno. Pero el monje respondió con desdén: "No eres más que un patán. ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tú!".  Herido en lo más profundo de su ser, el Samurai se dejó llevar por la ira, desenvainó su espada y gritó:
- Podría matarte por tu impertinencia. 
- Eso, repuso el monje con calma, "es el infierno".
Desconcertado al percibir la verdad en lo que el maestro le señalaba con respecto a la furia que lo dominaba, el Samurai se serenó, envainó la espada y se inclinó, agradeciendo al monje la lección. 
- Y eso, añadió el monje, "es el cielo".
 Reflexión:
El cielo y el infierno, la paz y la ira, la felicidad y la desdicha, están dentro de nosotros... los llevamos a donde quiera que vamos. Todo ello nos habita y siempre, siempre podemos elegir cuál prevalecerá.

domingo, 1 de mayo de 2011

Domingo II Pascua A (01/05/11)


Reconocer al resucitado en la comunidad reunida
La Palabra
Hech 2,42-47 // Sal 117 // 1Pe 1,3-9
Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos con las puertas bien cerradas, por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se colocó en medio y les dice: ---Paz con vosotros. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron al ver al Señor. Jesús repitió: ---Paz con vosotros. Como el Padre me envió, así yo os envío a vosotros. Dicho esto, sopló sobre ellos y añadió: ---Recibid el Espíritu Santo. A quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se los mantengáis les quedan mantenidos. Tomás, que significa Mellizo, uno de los Doce, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: ---Hemos visto al Señor. Él replicó: ---Si no veo en sus manos la marca de los clavos y no meto el dedo por el agujero, si no meto la mano por su costado, no creeré. A los ocho días estaban de nuevo dentro los discípulos y Tomás con ellos. Vino Jesús a puertas cerradas, se colocó en medio y les dijo: ---Paz con vosotros. Después dice a Tomás: ---Mete aquí el dedo y mira mis manos; trae la mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo, antes cree. Le contestó Tomás: ---Señor mío y Dios mío. Le dice Jesús: ---Porque me has visto, has creído; dichosos los que crean sin haber visto. Otras muchas señales hizo Jesús en presencia de sus discípulos que no están consignadas en este libro. Éstas quedan escritas para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida por medio de él.
(Jn 20, 19-31)
La Reflexión
¿Cómo reconocer hoy a Jesús? Está hoy entre nosotros?
Si ya en aquellos días en los que quienes habían vivido con Él se hacía presente la desilusión y la desesperanza, cuanto más hoy, que hace tanto tiempo que nos ha abandonado.
¿Realmente es esto lo que pensamos, que nos ha abondonado?
Yo creo que no, que Jesús sigue presente entre nosotros, y no solo entre nosotros, sino que se hace presente en el otro, en nuestras comunidades, en nuestros conocidos y amigos, en los desconocidos que nos ayudan, en los que pasan a nuestro lado pidiéndonos ayuda, en el que en silencio nos está gritando que le apoyemos,  en… Cada uno debe encontrar a Jesús en su vida. No es posible que a todos se nos muestre de la misma forma y manera, pero si es posible que se nos muestre, sólo debemos aprender a reconocerlo en el otro, en los silencios de la vida, en el camino. Él tomará el pan y nos lo repartirá para que lo compartamos con Él.  “Ojalá oigamos hoy su voz”